El señor de los demonios Melissa se ha visto reducido a mendigar a los plebeyos del pueblo su semilla...
¿Cómo han llegado a esta situación? Uno de sus compañeros estropeó un hechizo y la única forma de romper la maldición es ingiriendo grandes cantidades de semen, ¡y hasta que lo hagan están a merced de cualquier monstruo que se cruce en su camino!