Mi cuerpo sigue anhelándolo... ¿Qué será de mí en el futuro...? Desde aquel día, Kaito ha estado llamando a Nanoka cada vez más... Esta noche, cuando abre la puerta de la casa de Kaito, ve a Rio, que está al borde del clímax. Aunque a Nanoka le da vergüenza, se pone un disfraz de conejita, pero Rio, aún excitado, baja la mano hasta la entrepierna de Nanoka...
«Creo que quiero ver a Momota teniendo sexo...» Nanoka, exponiéndose junto a Rio, empieza poco a poco a sentir placer. Y los tres caen en el placer...