Yoshihiro está encantado de haber conseguido dominar a la perra virgen.
Shiori, actuando como si no hubiera nadie más, ayuda a Yoshihiro a seguir entrenando a la perra descarada, Miki.
Mientras es follada, Miki jura que no se romperá y sigue resistiéndose. Pero, se ve obligada a atender a su novio mientras el escurridizo gerente se la folla bajo la caja registradora. Ella intenta darle un rodillazo, pero él sigue machacando su coño, y dice que la demandará por causarle daños a su cuerpo...
Sin más remedio, se convence de que lo hace porque es tan guapa que no puede evitar encapricharse con ella...